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Lectura vivencial, juega a sentirte protagonista

Actualizado: 23 sept 2021


Pilar y Clara, se había visto en la panadería, pastelería, cafetería, sandwichería y muchas cosas más de la minúscula tiendecita del argentino. Por la mañana coincidieron en ella sin saber nada la una de la otra. Cuando pilar llegó Clara ya estaba allí.

– Pilar qué sorpresa, dijo Clara.

El abogado le sonrió empequeñeciendo sus ojos. Aquí se desayuna bien dijo a modo de saludo, el abogado.

– Bueno, desayunar lo que hace Clara, yo solo vengo a por lo mío, aquí está su cafecito de siempre, doble y con sacarina.

Clara tiene la suerte de ser como las raspas de mi familia y mírala aquí hinchándose de “farturas” sin engordar ni un gramo ¡que mal esta repartido el mundo”

– Calla Pilar que tengo que contarte novedades sabrosas, quedamos luego ¿puedes cenar esta noche?

– Si, si no es muy tarde.

– Mira lo que me ha dado Raúl, unas invitaciones para clase de tango. Lo hace una amiga suya argentina que enseña de un modo muy especial y yo quiero ir ¿por qué no me acompañas a la clase de prueba?

– ¡Ay Clarita, soy un puro pato mareado para seguir cualquier ritmo! Bueno, probemos solo una vez.

– Yo tampoco bailo nada, pero a lo mejor me saco un articulo para la jefa y mato dos pájaros de un tiro.

– No duden que les sorprenderá, dijo Raúl.

– Bueno, lo hablamos en la cena.

– Salieron las dos y se despidieron de todos a la vez.

– A las ocho de la tarde Clara llamó a Pilar.

– Aunque se que te gusta la comida tradicional, te invito a cenar y la condición es que yo elijo el restaurante, a ver con qué me sales. No te preocupes, es diferente, pero te gustará. No podrás elegir la comida, los chicos que llevan el restaurante hacen un menú diferente cada día de la semana. Hoy te adelanto que toca solomillo de pavo con verduritas asadas y humus de alubias con perejil picado.

– En una calle estrecha del centro el restaurante tenía como única señal exterior, el dintel amplio de la puerta sobre unos mínimos neones de colores, el primer neón comenzaba en marrón y a medida que iban ascendiendo al dintel el marrón se diluía en tones ocres, naranjas y amarillos.

Las dos pasaron por debajo de la persiana de luz mirando hacia arriba.

Clara besó a David.

– Cuanto tiempo, pequeña.

– Ya sé… Sabes que querría venir mas, pero que sepas que estoy contentísima de estar de nuevo aquí. Me encanta verte, dijo abrazándolo salamera. Pero te confieso que juega mucho a favor tu comida.

David preguntó: ¿Quién es esta damita?

– Pilar es mi mas reciente amiga, por eso no la conoces.

Mira Pilar no es mi tío, pero como si lo fuera, es un gran amigo de la familia.

José el marido de David la saludó.

– Bueno chicas, aprovechemos que habéis venido pronto y todavía podemos atenderos como a dos reinas.

Se sentaron.

Pilar vio ahora que el suelo de pizarra negra brillaba debajo de las mesas cubiertas con manteles de color camel. Las servilletas moradas, los paltos negros, los cubiertos de acero mate liso y los vasos tubos redondos de cristal ligero con el borde translucido.

Pilar miraba, tenía una excelente memoria fotográfica.

Al lado derecho del cubierto paralelo al cuchillo había un folio de color beige atado con una cinta marrón.

Pilar señaló con el índice diciendo a clara ¿y esto?

– Esto es la carta que cada día escriben David y José para sus clientes.

y pilar prosiguió: ¿y esto?

– Es un librito con la receta con lo que vas a degustar.

– Clara, no se realmente qué hacía yo antes de conocerte.

Clara rió satisfecha del impacto que había causado en pilar.

– Eso es lo que yo también me preguntaba.

Las dos leían el pergamino con total concentración.

 

Contenido del pergamino:


El hábito no hace al monje, pero es imprescindible para que el monje exista.

Entraremos en unos momentos, en comunicación intima, con lo que la tierra ha creado para nuestra supervivencia. Los alimentos.


Recuerda ahora cuando pasaste bajo el dintel de la puerta y viste la luz de los neones, la luz representa la tierra, el amarillo representa la luz del sol. Después de leer hasta el final no hagas nada mas y con los ojos cerrados deja que ese símbolo del marrón al amarillo de rayas horizontales te comunique todo el significado que tiene para ti esta relación con la tierra.


Esto que estás experimentando es el aperitivo, es la preparación. Es lo que te pondrá delante del significado profundo de la nutrición, es un intercambio entre la tierra y tu, así que ahora come en silencio y disfruta.


Anexo:

Técnicas para disfrutar de tu comida:

Tienes que saber que la masticación, se define técnicamente, como un movimiento bilateral reflejo.

Cuando introduzcas en la boca el primer bocado, ciérrala con suavidad y no mastiques. Ahora imagina que el bocado que tienes dentro de la boca aumenta de tamaño, hasta tres veces el volumen del principio. Observa el movimiento de los tejidos en tu boca, en la lengua, en las mucosas del paladar y en las mucosas de la boca y las sensaciones en tus dientes y tus muelas, quizá sientas que estas a punto de bostezar, pero también a punto de masticar.

La buena masticación, ocurre por el estímulo que produce el alimento, que introducimos en la boca.

También puede ocurrir, que el olor o la textura de lo que introduces en la boca te produzca rechazo y en lugar de masticar y de un modo igualmente reflejo se produzca una náusea, náusea y el vómito son un reflejo externo, pero debes de saber y seguro que lo habrás experimentado alguna vez que hay para ti, ciertos que apenas los introduces en la boca sabes si te van a sentar bien o mal.

La boca tiene detectores y reflejos que deberían de permanecer con toda su potencia en nosotros, pero desgraciadamente, o los hemos perdido parcialmente o están atrofiados, la comida es carne de la tierra que se hace nuestra carne. La comida está cargada de prejuicios, de hábitos físicos y mentales que la han prostituido.

Prostituir la comida es hacer uso de ella sin tener en cuenta para qué sirve o cuál es su función y la función de la comida es producir salud física y felicidad psíquica.

¡Feliz comida!


Los dos se acercaron, José con las bebidas y David depositó con mimo los dos platos en la mesa, pilar y clara la miraban, miraban a la comida, los miraban a ellos y volvían de nuevo a la comida. Las dos sonreían.

Sin dejar de mirar cada una sus platos, maquinalmente colocaron la servilleta sobre las piernas.

Pilar fue directa al humus de legumbres, lo probó como si se tratara de un exquisito vino, hizo a Clara un gesto de probación y sorpresa inclinando su cabeza y frunciendo levemente los labios.

Clara que gestionaba decidida un trozo de pavo, dijo: - Come y calla, los comentarios luego.

Acabaron con aquellos manjares poco a poco sintiéndose cómplices de la experiencia sensual de la comida. Sonreían, se sentían felices.

– No hay nada más, “C’est tout” dijo David al ver que las dos habían terminado

Clara sacó su cartera, David la detuvo con sus dos manos interrumpiendo su ademán.

– Me vais a pagar las dos, escribiendo vuestra experiencia.

Estamos preparando un libro de experiencias culinarias y nos ayudaría mucho si nos contases lo que habéis sentido

– Trato hecho, dijo Clara.

Colgó su bolso al hombro y salió de medio lado para abrazar a David, los comensales que llegaban eran atendidos por José y los estaba sentando en sus mesas.

– Adiós pareja, os enviamos la experiencia por mail.


Continuará…




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